Nosotros, educadores de América Latina sabemos que la mayoría de los niños, niñas y jóvenes de nuestros países están condenados a la pobreza.
Sabemos que muchos de ellos seguirán siendo tanto o más pobres que sus padres. Sabemos que no tendrán oportunidad alguna, y que la trayectoria de su vida ya está definida
Ante ello, nosotros, educadoras y educadores de América Latina hemos decidido cambiar la situación y poner nuestra voluntad, nuestro amor y la ciencia y el arte del enseñar en favor de los niños, niñas y jóvenes más pobres
Hemos decidido cambiar la trayectoria de vida de los niños y las niñas que no tienen familias que los apoyen, De los que están solos y solas; de las que cuidan de sus hermanitos de los que prefieren la calle a la amargura de un hogar violento
Y lo haremos dando lo mejor de nosotras y nosotros. con altas expectativas, motivándolos, llevándolos al saber, sintíendonos orgullosos de ser los educadores de nuestros pobres, la flor y nata de los educadores, el orgullo de la profesión
Cambiaremos pues la trayectoria de vida de nuestros niños y niñas Y les conduciremos al pan de las artes y las ciencias, al aprender ser, al aprender a aprender, al aprender a hacer y al aprender a convivir
QUE ASÍ SEA
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